LA HISTORIA DE SANDY
Esta historia es producto de mi imaginación y creatividad. Los nombres, lugares y tiempo solo están en la mente del autor. Cualquier parecido a la realidad no debe existir.
Esta historia es producto de mi imaginación y creatividad. Los nombres, lugares y tiempo solo están en la mente del autor. Cualquier parecido a la realidad no debe existir.
Esta es la historia de Sandy, vive en nuestra época y probablemente en el mismo país que yo. Es creativo publicitario y, aunque las emociones forman parte de sus herramientas de trabajo, en muchos aspectos de su vida la “lógica y la razón” predominan. De edad madura, no se ha casado.
Entre sus primeras novias esta María, con quien había mantenido una relación estable y a quien extrañamente le unía esa sensación de haberse conocido antes sin saber exactamente ¿dónde?.
Sandy y María, siempre buscaron ese lugar en la memoria donde parecían coincidir. Hurgaron en su época de colegio, de escuela, de cumpleaños de amistades mientras eran infantes, amigos en común... y nada.
Parecían conocerse de hacia mucho tiempo, desde el primer momento que se vieron fue mutua la pregunta: ¿De donde te conozco? La química fue inmediata, para la amistad y después para ser pareja con intenciones formales de matrimonio.
Una tarde María despertó inquieta por un sueño que había tenido, al parecer era revelador. Como habían cosas que no entendía acudió a su abuela, que por su avanzada edad tenia el conocimiento suficiente para aclarar ciertas dudas. Después de analizar lo sucedido llamo a Sandy, para contarle su sueño.
María, soñó, viéndose a si misma en un entierro vestida de negro con una profunda tristeza por haber perdido a su compañero. Se veía llevando flores negras a la tumba, sentía que a quien había enterrado era a Sandy.
Lo que hacia sorprendente este sueño fue lo que su abuela le dijo, efectivamente hacia mucho tiempo se había perdido la costumbre de llevar flores negras a los muertos. La abuela con sus 70 años lo había visto en su infancia. María nunca había escuchado sobre esta costumbre. La hipótesis era contundente, se conocieron en el pasado, en otra época con otros cuerpos.
María perseverante en su afán de conocer más, acudió a una vidente. Esta señora con capacidad de ver cosas en otro plano le confirmo que había vivido en otra época y que efectivamente su compañero, Sandy, era quien había muerto y que se reunieron en esta vida para continuar con ese amor interrumpido.
Por supuesto que Sandy hizo funcionar la razón y no creía, pero en su corazón la historia parecía tener sentido. Era la respuesta mas idónea que podía tener si no había rastro de coincidencia.
El tiempo paso, y la relación termino. Aquello que había vencido al tiempo se consumió. Ese amor no realizado en su época necesito superar la vida misma para agotar toda su energía.
En la historia de Sandy aparecieron otras personas a quienes le parecía haber conocido, pero esta vez ya no había relación romántica ni vidente que revelara nada. Pasaron un par de noviecitas mas... hasta que un día conoció a Connie.
Entre sus primeras novias esta María, con quien había mantenido una relación estable y a quien extrañamente le unía esa sensación de haberse conocido antes sin saber exactamente ¿dónde?.
Sandy y María, siempre buscaron ese lugar en la memoria donde parecían coincidir. Hurgaron en su época de colegio, de escuela, de cumpleaños de amistades mientras eran infantes, amigos en común... y nada.
Parecían conocerse de hacia mucho tiempo, desde el primer momento que se vieron fue mutua la pregunta: ¿De donde te conozco? La química fue inmediata, para la amistad y después para ser pareja con intenciones formales de matrimonio.
Una tarde María despertó inquieta por un sueño que había tenido, al parecer era revelador. Como habían cosas que no entendía acudió a su abuela, que por su avanzada edad tenia el conocimiento suficiente para aclarar ciertas dudas. Después de analizar lo sucedido llamo a Sandy, para contarle su sueño.
María, soñó, viéndose a si misma en un entierro vestida de negro con una profunda tristeza por haber perdido a su compañero. Se veía llevando flores negras a la tumba, sentía que a quien había enterrado era a Sandy.
Lo que hacia sorprendente este sueño fue lo que su abuela le dijo, efectivamente hacia mucho tiempo se había perdido la costumbre de llevar flores negras a los muertos. La abuela con sus 70 años lo había visto en su infancia. María nunca había escuchado sobre esta costumbre. La hipótesis era contundente, se conocieron en el pasado, en otra época con otros cuerpos.
María perseverante en su afán de conocer más, acudió a una vidente. Esta señora con capacidad de ver cosas en otro plano le confirmo que había vivido en otra época y que efectivamente su compañero, Sandy, era quien había muerto y que se reunieron en esta vida para continuar con ese amor interrumpido.
Por supuesto que Sandy hizo funcionar la razón y no creía, pero en su corazón la historia parecía tener sentido. Era la respuesta mas idónea que podía tener si no había rastro de coincidencia.
El tiempo paso, y la relación termino. Aquello que había vencido al tiempo se consumió. Ese amor no realizado en su época necesito superar la vida misma para agotar toda su energía.
En la historia de Sandy aparecieron otras personas a quienes le parecía haber conocido, pero esta vez ya no había relación romántica ni vidente que revelara nada. Pasaron un par de noviecitas mas... hasta que un día conoció a Connie.
